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El Gouffre

Un descenso a las maravillas

Un descenso a las maravillas

Un pozo... O más bien una sima... Es la primera vez que esta increíble cavidad se abre ante ti.
Esta sima no es otra cosa que una puerta inmensa, vertical y vertiginosa, que nos invita a pasar del mundo exterior al mundo subterráneo en tan solo unos minutos.
Es una entrada a un mundo que esconde mil sorpresas y descubrimientos, y que probablemente todavía hoy oculta infinidad de misterios...

Ya solo nos queda bajar...

Paso a paso, descendemos allí donde nunca antes nos habíamos aventurado.

Una visión del corazón de la tierra

¿A qué se parecen las entrañas de la tierra?
A medida que vamos bajando, la atmósfera se modifica. La luz se atenúa, sustituida por una suave humedad y una temperatura de 13° todo el año. Estas características permiten el desarrollo de una vegetación singular.

Sin lugar a dudas, este orificio es espectacular.

Edouard-Alfred Martel, explorador visionario, deseaba dar a conocer esta imagen única, nunca vista.
Una vez que descendemos 103 metros bajo tierra, un río se extiende y nos lleva por los meandros del subsuelo… El cielo ha desaparecido para dar paso a una sucesión de salas abovedadas, cada cual más asombrosa.

un pozo de entrada de 75m de profundidad

Una nueva percepción de la naturaleza

¿Cómo se formó el Gouffre? Para ello, tenemos que abrir la mente e imaginar que la erosión pueda también venir del interior... Porque fue la erosión la que creó semejantes volúmenes.

Poco a poco, la bóveda de una antigua sala subterránea, formada por la circulación de agua en el macizo rocoso, esencialmente calizo, se terminó derrumbando y dejó este gran agujero...

Resulta muy difícil poner una fecha precisa a la apertura de este antiguo techo, pero la Gouffre existe sin duda desde hace cientos de miles de años, parece poco cuando el tiempo se medía en eones...

Una creación espectacular

En la actualidad, la humedad y la lluvia prosiguen su trabajo de modificación, permitiendo la circulación del agua y la formación de magníficas cascadas que se deslizan por las paredes.
Dos galerías se encuentran una frente a otra en el fondo del Gouffre. Una permite acceder aguas arriba del río subterráneo de Padirac. Es la Galerie de la Grande Arcade (Galería de la Gran Arcada), que aún no se ha explorado totalmente a fecha de hoy. La segunda abre la vía de la Galerie de la Source (Galería del Manantial) y se une al Rivière Plane (Río Plano) donde comienza la visita en barca... Luego llega la fascinación...

“ ¡Nos sentimos como al fondo de un telescopio cuyo objetivo es un trozo de cielo azul! ”
Edouard-Alfred Martel, descubridor del Gouffre de Padirac